5 cosas que los activistas de base quieren que sepan los donantes y aliados
Los activistas y grupos de base están impulsando poderosos cambios en sus comunidades y países, pero el apoyo que necesitan para seguir adelante no está a la altura de sus necesidades. Como parte de la Revolución Solidaria para el Activismo, consultamos a 140 activistas de base que compartieron los retos a los que se enfrentan a la hora de acceder al apoyo de donantes y aliados y lo que necesitan para sentirse verdaderamente cuidados y apoyados con el fin de continuar su importante labor.
Aquí resumimos lo que estos organizadores de 45 países quieren que sepan los donantes y aliados de todo el mundo para comprender la realidad de sus organizaciones y el tipo de apoyo, recursos y alianzas que necesitan.
1. La mayoría de los activistas de base no pueden acceder a los recursos y oportunidades ofrecidas por donantes y aliados.
Casi el 78% de los encuestados afirmó haber solicitado financiación de donantes en los dos últimos años, pero el 66% de ellos no recibió ningún recurso. Curiosamente, la mayoría de los encuestados de organizaciones de base solicitaron financiación a donantes institucionales[1] que, según la encuesta, son los que tienen menos probabilidades, en proporción, de conceder subvenciones a grupos, activistas y movimientos de base, a pesar de que suelen estar sujetos a una menor supervisión normativa.
Esto no sólo es desmotivador, sino que demuestra que la mayoría de los activistas y grupos invierten tiempo y recursos de los que ya carecen en una búsqueda infructuosa de fondos y apoyo. Quizá haya llegado el momento de invertir en enfoques que desbloqueen el flujo de recursos hacia los grupos de base.
¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan estos grupos a la hora de buscar oportunidades de financiación y recursos? He aquí algunas pistas: El 46% de los encuestados afirmó que el propio proceso de búsqueda es la principal barrera que experimentan. Un 19% tuvo dificultades para encontrar donantes que apoyaran formas de trabajo “menos tradicionales” de los activistas de base y las comunidades, y el 15% indicó la redacción de propuestas de proyectos y financiación como su principal obstáculo para acceder a los fondos.
Esto significa que los donantes y aliados podrían hacer algo para mitigar alrededor del 80% de los obstáculos enumerados por estos activistas y organizaciones. Por ejemplo, podrían hacer que la información sobre sus oportunidades de financiación y apoyo fuera más accesible para los grupos de base. También podrían ayudar a reforzar las capacidades de los agentes de cambio locales para redactar esas propuestas e informes de financiación (excesivamente) exigentes. ¿Y qué hay de crear estrategias que acaben con la cultura de la competición y fomenten una cultura de colaboración y cooperación? Los donantes y aliados pueden desempeñar un papel fundamental en el fomento de la colaboración incentivando y recompensando los esfuerzos de colaboración y aportando recursos para apoyar las iniciativas de creación de asociaciones.
[1] Organizaciones de financiación que conceden subvenciones a otras organizaciones, o a veces a particulares, dentro de un marco político que refleja el mandato de la organización.
2. El dinero es lo más importante, pero también se necesitan recursos no financieros.
La encuesta también preguntaba por los tipos de recursos considerados más importantes y valiosos para los grupos y organizaciones de base. Como era de esperar, el 67% de los encuestados afirmaron que los recursos financieros son los más valiosos para ellos. Recibir recursos no financieros, como apoyo al desarrollo de capacidades, ocupó el segundo lugar (10%). Los encuestados también mencionaron las infraestructuras (por ejemplo, equipos y espacios de trabajo), el capital humano y el capital social (creación de redes) como recursos relevantes para su trabajo.
Así que, estimados donantes y aliados, por favor, intenten dar prioridad a un apoyo financiero que sea más justo y fácilmente accesible para los grupos de base. Ustedes pueden ayudar a que más dinero llegue directamente a las manos de las comunidades locales y los socios. Pero tengan en cuenta que también pueden prestar apoyo y mostrar su solidaridad facilitando recursos no financieros clave.
3. El contexto político frena a los activistas y grupos de base y debe tenerse en cuenta en sus estrategias y modalidades de apoyo.
Cuando se preguntó cuáles eran sus principales dificultades para cumplir los requisitos de los donantes, el 36% de los encuestados señaló el contexto político de sus países/ciudades como el reto número uno. Está claro que los donantes y aliados no pueden, o al menos no deben, pasar por alto la ola de inestabilidad política que se vive en todo el mundo a la hora de diseñar los programas de apoyo y los requisitos que se esperan de los beneficiarios/socios locales.
Los encuestados mencionaron que el uso de una plataforma fiable y segura para ayudar a gestionar las subvenciones también reduciría los retos relacionados con sus entornos y contextos restringidos.
4. No se trata solo de entregar el dinero. ¡También se trata de buenas prácticas!
Aunque aún queda mucho por mejorar, es alentador ver que muchos donantes y aliados adoptan buenas prácticas de financiación, cuestionan las dinámicas de poder y se interesan por transferir poder y recursos a los grupos de base. Los encuestados compartieron las buenas prácticas que han observado en algunos donantes, que están ayudando a generar confianza y relaciones más sólidas, fomentan la transparencia y garantizan que las comunidades dispongan de mejores recursos.
5. ¡Así es como puedes convertirte en un mejor donante y aliado!
Se pidió a los encuestados que aconsejaran sobre cómo hacer más accesible la financiación a los grupos de base más pequeños e informales. También compartieron sus opiniones sobre un mundo ideal en el que los grupos de base pudieran acceder a la financiación y los recursos que necesitan. Sus respuestas son pragmáticas, realistas, factibles… ¡Tomen nota!
Un mundo ideal en el que los grupos de base se sintieran profundamente respaldados tendría:
Financiación flexible, previsible y transformadora
Para las organizaciones de base, recibir fondos puede ser una experiencia transformadora que les permita cambiar las realidades de sus comunidades. La encuesta puso de manifiesto que agradecerían que los donantes y aliados hicieran un esfuerzo consciente por comprender sus realidades y retos y proporcionaran una financiación adaptada que fuera flexible, plurianual y apoyara actividades y necesidades básicas (no solo proyectos).
Esto incluye crear oportunidades y enfoques de evaluación adaptados a grupos de diferentes tamaños, invertir en estrategias de colaboración y creación de alianzas, y transformar las convocatorias de propuestas en un ejercicio de aprendizaje accesible, inclusivo y participativo. También significa crear espacios para el intercambio honesto entre donantes, aliados y grupos de base que permitan la retroalimentación y la participación significativa para informar las estrategias de subvención.
Aliados proactivos que piensan y trabajan con originalidad
Los encuestados animan a los donantes y aliados a ser más proactivos a la hora de llegar a las comunidades de base, los activistas emergentes y los líderes sociales. Uno de los encuestados afirma que los donantes y aliados deberían “aprender a vernos a nosotros también”, en lugar de que las comunidades tengan que perseguir siempre a los donantes y aliados con propuestas y peticiones. También aconsejan llegar a organizaciones nuevas y menos tradicionales, a nuevas geografías, a diferentes regiones, incluidas zonas rurales, ciudades pequeñas, espacios periurbanos y menos privilegiados.
Procesos sencillos y transparentes de solicitud de subvenciones y presentación de informes
Los grupos de base no pretenden recibir recursos sin cumplir ningún requisito. Prevén donantes más integradores que comprendan sus realidades y retos únicos y estén dispuestos a eliminar requisitos excesivos, difíciles y confusos en favor de procesos de solicitud y gestión de subvenciones más transparentes y accesibles.
A los grupos y organizaciones pequeños con capacidad limitada, los procesos muy burocráticos pueden excluirlos por completo de las oportunidades de financiación, añadir siempre una carga adicional a sus equipos y reducir el tiempo que pueden dedicar a realizar una labor transformadora sobre el terreno. Además, al crear procesos de subvención más accesibles, los donantes y aliados pueden fomentar una distribución más equitativa de los recursos y empezar a abordar las barreras sistémicas que impiden a las comunidades históricamente oprimidas acceder a la financiación que necesitan para lograr el cambio.
Donantes y aliados dispuestos a confiar en ellos y asumir riesgos
Mientras que las organizaciones de base asumen riesgos a diario, la mayoría de los donantes tienden a ser reacios al riesgo. Esta es una de las razones por las que muchos prefieren trabajar con organizaciones establecidas y conocidas, limitando las oportunidades de apoyo a nuevos grupos, movimientos y formas emergentes de acción cívica.
Los grupos y actores de base quieren que los donantes y aliados confíen en ellos e inviertan en desarrollar su experiencia, agencia y poder. Esto incluye la financiación de grupos dirigidos por jóvenes que aún no han establecido un largo historial de trabajo y organizaciones sin informes auditados, certificados y demás. Como dijo uno de los encuestados: “No tener todo ese papeleo no significa que no seamos personas creíbles”.
Donantes que se sientan, hablan y caminan con las organizaciones de base
Las relaciones entre los activistas de base y los donantes no son tan transformadoras como nos gustaría. Siguen siendo transaccionales, lineales y centradas en la productividad y los resultados. Los donantes deben ir más allá de las concepciones occidentales de “impacto” que tienen como núcleo las limitaciones de tiempo y la eficiencia, y centrarse en cambio en los cambios positivos, las reparaciones y la sanación logrados en las comunidades a través de una colaboración real.
Esta colaboración implica estrechas asociaciones y relaciones basadas en la confianza entre donantes, facilitadores y activistas y población locales. También incluye un profundo entendimiento mutuo, una comunicación honesta y abierta y un interés genuino de donantes y aliados por el crecimiento, el fortalecimiento y el bienestar general de los grupos y comunidades financiados.
“No se trata sólo de lograr o no resultados. Como dice la comunidad, se trata del aprendizaje adquirido para lograr esos resultados”.